sábado, 13 de marzo de 2010

Manos


Hombres que ordenan el mundo en parcelas, con la magia de la línea uniendo puntos en una red que pesa sobre el mundo. Seres, hermosos seres, que apacientan las ideas y las realidades en tranquilos corrales conceptuales.

Hombres de brazos blancos y morenos, ojos azules o negros, bocas que besan o callan y que forman diagramas de árbol calculando, corrigiendo, coordinando, como si el mar fuera una serie de referencias y variables, como si la textura de las nubes estuviera sólo hecha de moléculas y espacio.

Hombres que crean un universo que se explica poco a poco, que no es sino teoría. Demiurgos, legisladores, terribles jueces, reconstructores de historias y personalidades, parcializadores profesionales, tan lejanos del abandono a la totalidad que en verdad es la vida.

Pero cuando suman a la idea sus manos, todo cobra sentido. La red se desploma, el mundo vuelve a ser un milagro. Obras sobre palabras. Amores antes que ideas.

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