miércoles, 24 de febrero de 2010

Día de la bandera


No hay que engañarse respecto a los símbolos de la Patria: cuando los conceptos están vacíos, sencillamente no forman parte de la realidad. Quizás recordemos una emotiva media asta, un colorido festival, un día de asueto por el que se trasminaba la alegría de no tomar clases. Incluso tal vez hayamos algunos ingenuos emocionados con la imagen de Juan Escutia envuelto en una bandera: un niño, un héroe, la encarnación de altos fines que ya nadie tiene en estos días.

Mi bandera a contraluz vale sólo como obstáculo de las nubes enardecidas, un segundo antes de la noche. Me estremece el cielo y su violencia, su perfecta belleza que tan sólo es y que puede ser sentida. Esa clase de amor es real, no el amor a un hatajo de papeles que proclaman que tú y yo estamos unidos por algo más que el dolor de la muerte como costumbre, la precariedad como condición de vida y la incomprensión como divisa moral.

Mi cielo vale más que la bandera, que vale menos que cualquiera de mis amores. No, no soy parte, no puedo sentirme representada, simbolizada en valores que jamás se ejercen. Quisiera, tal vez, sentir algo así. Pero no lo siento.

Para Bastet (cuyo nombre de mexicana ignoro) y para Gabriel, que cree en el poder del cielo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Coincido! Y te dejo un poema de los más viejos. No sé si lo leíste.


Símbolos


Un sol asomado por arriba y por detrás
del óvalo. Dos ramas de laurel lo enmarcan:
sus puntas están sujetas por una cinta
celeste y blanca que forma un moño en la base.

En el centro del óvalo, dos manos se estrechan
delante de un palo coronado por un gorro
color rojo.

El óvalo se divide horizontalmente en dos secciones:
es celeste en la parte superior y blanco en la inferior.

He aquí al escudo nacional argentino.



La sangre es un tejido conectivo
en que la sustancia intercelular es líquida.
Está compuesta de plasma sanguíneo, glóbulos rojos,
glóbulos blancos y plaquetas.

Bastet dijo...

Ahora que lo pienso, a pesar del nacionalismo inculcado desde kinder, no me siento identificada por los símbolos patrios. El nacionalismo no es para mi. La nacionalidad es un mero evento circunstancial.
Bandera de México, símbolo de la unión de nuestros padres y nuestros hermanos, dice el juramento a la bandera (todavía me lo sé!),,, sí muy cierto, y usando tus palabras, unidos por la precariedad y la desazón social.

Otra vez, feliz día, de la bandera o lo que sea que se conmemore hoy.

PD Para los interesados, mi nombre